Bonos para proyectos en los mercados emergentes


Entre el clima, las infraestructuras y el rendimiento: los bonos para proyectos están reconfigurando la inversión en renta fija

La opinión de IVO Capital Partners

  • Activos tangibles que generan flujos de caja previsibles y estables, respaldados por un marco normativo sólido y contratos a largo plazo.
  • Un rendimiento atractivo con un perfil de riesgo controlado gracias a un bono cubierto y un paquete de cláusulas de protección.
  • Un medio de diversificación que se aleja de las asignaciones tradicionales a los mercados desarrollados.

Cuando se construye un nuevo aeropuerto, un parque solar empieza a producir energía o se amplía una red de autopistas para abrir una región, estos proyectos no surgen porque sí. Detrás de cada proyecto de infraestructura esencial hay un gran reto de financiación. Los Estados, a menudo constreñidos por límites presupuestarios, no pueden cargar con todo por sí solos. Ahí es donde entran en juego los bonos para proyectos, una solución de financiación que permite a los inversores participar activamente en el desarrollo de activos estratégicos al tiempo que disfrutan de una atractiva rentabilidad.

Bonos para proyectos: una herramienta de inversión basada en la realidad económica

Los bonos para proyectos son instrumentos de deuda específicos emitidos para financiar directamente infraestructuras estratégicas: puertos, aeropuertos, energías renovables (solar, eólica, hidráulica) y proyectos energéticos como los FPSO (Floating Production Storage and Offloading).

¿Cuáles son las ventajas de los bonos para proyectos para los inversores?

1. Activos materiales y estratégicos

En un mundo de incertidumbre, poseer activos físicos y estratégicos es un planteamiento resiliente. Las infraestructuras financiadas mediante bonos de proyecto - puertos, aeropuertos, energías renovables (solar, eólica, hidráulica) e infraestructuras de transporte - son esenciales para el desarrollo económico de los países emergentes. Estas inversiones no sólo mejoran la conectividad y el acceso a los recursos esenciales, sino que también crean puestos de trabajo locales y refuerzan la soberanía energética e industrial de las regiones afectadas.

Los bonos para proyectos se benefician de un sólido marco de seguridad gracias a múltiples garantías que reducen el riesgo de crédito y refuerzan la confianza de los inversores. Estos bonos suelen estar respaldados por los activos que financian, lo que proporciona una cobertura tangible en caso de impago (senior secured notes).

Además, estos proyectos suelen beneficiarse del apoyo de grandes instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial o el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), lo que contribuye a reforzar su viabilidad económica y su estabilidad a largo plazo. Los bonos para la financiación de proyectos también se distinguen por su capacidad para alinear los intereses de los inversores y las partes interesadas locales, garantizando así un impacto económico duradero y una gestión rigurosa de las infraestructuras financiadas.

2. Financiación de uso claramente definida, flujo de caja predecible y amortización alineada.

Por lo general, los proyectos se definen y garantizan mediante un contrato a largo plazo (por ejemplo, contratos de concesión aeroportuaria, contratos PPA, etc.) que define las condiciones de venta con los "off-takers". A diferencia de los bonos corporativos, que pueden financiar diversos objetivos (capex, adquisiciones, dividendos), un bono de proyecto sirve exclusivamente para un proyecto determinado. Esto garantiza una mayor transparencia y un mejor control de los flujos financieros. Además, en lugar de reembolsarse al vencimiento ("bullet"), los bonos para proyectos suelen ser "hundibles", con un reembolso progresivo a lo largo de la vida del bono que se alinea con la generación de efectivo futura prevista. Esta estructura reduce significativamente el riesgo de refinanciación al vencimiento del bono. La estructura de financiación incluye cuentas de reserva que garantizan la disponibilidad del efectivo necesario para el servicio de la deuda. Los patrocinadores del proyecto también están comprometidos financieramente, lo que les da un incentivo para garantizar la viabilidad económica de la infraestructura financiada. Los estrictos pactos financieros definidos en el memorando de oferta rigen la gestión del proyecto, imponiendo restricciones al endeudamiento adicional y protegiendo la estabilidad financiera del emisor.

3. Diversificación y rendimiento atractivo para un perfil seguro

Los bonos de proyectos nos dan exposición a sectores poco representados en las asignaciones tradicionales de bonos de alto rendimiento de los mercados desarrollados, ya que este tipo de bonos suelen tener calificación de grado de inversión o los proyectos son financiados por fondos de infraestructuras a través de deuda privada. En el universo de los bonos corporativos emergentes, este tipo de proyectos suele tener su calificación limitada por la de su soberano, por lo que estos emisores se ven afectados por su código postal a pesar de su perfil de calidad.

Además, los bonos para proyectos ofrecen una prima de rendimiento atractiva, también porque a menudo son emitidos por nuevos participantes en el mercado de bonos. Este fenómeno, conocido como "prima de nueva emisión", refleja la necesidad de estos emisores poco conocidos de atraer a los inversores, creando así una oportunidad de rendimiento adicional.

A primera vista, estos bonos pueden parecer muy apalancados, lo que puede disuadir a algunos inversores. Sin embargo, un análisis más detallado revela un mecanismo de desapalancamiento acelerado. El apalancamiento inicial es naturalmente alto, ya que los fondos recaudados se inyectan inmediatamente en el proyecto. Sin embargo, la estructura de estos bonos está diseñada para garantizar el rápido reembolso de la deuda: el flujo de caja generado se asigna directamente al reembolso del capital prestado. Esta alineación entre la generación de flujo de caja y el servicio de la deuda confiere a los bonos para proyectos un perfil de riesgo más controlado de lo que podría parecer a primera vista, sin dejar de ofrecer a los inversores una rentabilidad atractiva.

¿Cuáles son los riesgos de los bonos para proyectos para los inversores?

Los bonos para proyectos se basan a menudo en contratos de concesión o acuerdos de compra de energía (PPA) con entidades públicas o semipúblicas. Un cambio normativo desfavorable, una modificación de las condiciones de la concesión o la decisión del comprador de no cumplir sus compromisos contractuales pueden afectar a la viabilidad económica del proyecto y a la capacidad del emisor para atender el servicio de la deuda. Este riesgo es especialmente grave en jurisdicciones con entornos jurídicos y reglamentarios inestables. Para atenuar este riesgo, es esencial evaluar la solidez del marco contractual, las garantías asociadas y el historial de las contrapartes públicas.

Además de estas incertidumbres normativas y contractuales, las fianzas de proyectos también están expuestas a los riesgos inherentes a cada fase del proyecto. Desde el diseño hasta la explotación, pasando por la construcción, cada fase presenta sus propios retos. La fase de construcción suele ser la más arriesgada, ya que cualquier retraso imprevisto o sobrecoste sólo puede ser absorbido por los futuros flujos de caja del proyecto una vez que éste esté operativo. Por lo tanto, es esencial analizar la solidez del patrocinador y la experiencia del operador en las fases previas para asegurarse de que son capaces de llevar a buen término el proyecto.

Bonos para proyectos: ¿una palanca para la financiación sostenible?

El mundo emergente representa el 85% de la población mundial y el 75% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Al financiar infraestructuras verdes (parques eólicos, centrales solares), los bonos para proyectos contribuyen a mejorar las infraestructuras locales e imponen normas estrictas de gobernanza. Al incorporar criterios ESG, los bonos de proyecto permiten a los inversores adoptar un enfoque de inversión responsable. En particular, estos instrumentos están en consonancia con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas:

  • ODM 7:"Garantizar el acceso de todos a servicios energéticos fiables, sostenibles y modernos a un coste asequible". Los bonos para proyectos de energías renovables financian proyectos que reducen la dependencia de los combustibles fósiles.
  • ODM 9:"Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación". La financiación permitirá desarrollar infraestructuras esenciales en las regiones que carecen de ellas.
  • ODM 11:"Garantizar que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles". La construcción de infraestructuras de transporte, abastecimiento de agua o energía limpia mejora la calidad de vida de las poblaciones locales.
  • ODM 13:"Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos". Al reducir su huella de carbono, los bonos para proyectos alineados con iniciativas verdes contribuyen directamente a la transición energética.

Además, estas obligaciones incluyen a menudo estrictos mecanismos de información ESG, garantizando que los fondos se asignan de forma transparente y en línea con los compromisos sostenibles.

El ejemplo de los bonos para proyectos al servicio de la transición energética: el auge de las energías renovables en India

India encarna plenamente la dinámica transición energética en curso en los países emergentes. El país contaba con unos 203 GW de capacidad instalada de energías renovables a finales de 2024, y aspira a alcanzar los 500 GW en 2030. Esta ambiciosa trayectoria refleja una firme voluntad política y el creciente atractivo del sector para los inversores internacionales. Va de la mano de una enorme necesidad de infraestructuras verdes -granjas solares, parques eólicos, soluciones de almacenamiento- que pueden financiarse eficazmente mediante bonos para proyectos.

Actores como Continuum Energy, Greenko y Sael ilustran esta dinámica: estas empresas indias desarrollan y explotan proyectos de energías renovables a gran escala, a menudo respaldados por acuerdos de compra de energía a largo plazo (CCE), lo que les permite optar a la financiación mediante bonos estructurados. Estos instrumentos permiten alinear la rentabilidad financiera con el impacto medioambiental, contribuyendo directamente a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: acceso a energías limpias (ODM 7), fomento de la industrialización sostenible (ODM 9) y lucha contra el cambio climático (ODM 13).

Conclusión

En IVO Capital Partners, nuestro enfoque de país malo/empresa buena se adapta especialmente bien a la inversión en bonos de proyectos, que representan el 19% de nuestro fondo IVO EM Corporate Debt y el 21% de nuestro fondo IVO EMCD Short Duration SRI. Este universo combina disciplina, seguridad y rentabilidad, ofreciendo una oportunidad a los inversores exigentes que buscan combinar impacto y rendimiento.

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